Bienvenidos al frío. Llegan las medias tupidas, los jerseys de media manga y las cazadoras de cuero: en otras palabras, la ropa de entretiempo. Pero también llegan las ganas de hacerte el bicho bola en el sofá con una buena manta y un libro interminable, de salir a la calle a pisar hojas secas, de … volver a empezar.
Y es que pese a su leyenda negra, el otoño-invierno es esa estación que parece destinada a traernos todos los cambios importantes, todos los propósitos de un nuevo curso que empieza imparable y que seguro llegará lleno de buenas noticias.
Por eso hay cosas que mola hacer ahora, cuando cambia la paleta cromática y cada atardecer parece el regalo de un artista.
- Ir a por setas. O a por moras. O a por manzanas. O endrinas. O lo que te de la tierra más cercana y te resulte más apetecible. El caso es ir…y disfrutar de la búsqueda, del aire fresco, de la increíble sensación de encontrar gratis algo tan maravilloso.Boletuuuuuus, ¡ÑAM!
- Comprar castañas asadas de camino a casa. El olorcillo, el calorcito de ese cucurucho entre las manos...
- Haz una hoguera. ¿Que tendrá el fuego que hipnotiza? Junta a los colegas entorno a una buena fogata y contad historietas de miedo. Felicidad.
- Aprende a hacer mermelada. De moras. Como la de la abuela. Y las mañanas serán mucho más y mucho mejor. Cada cambio de estación regala productos frescos de temporada... ¡cocina consciente! ¡y ponte el delantal!
- El frío aprieta y lo que apetece es calentar el cuerpo con un buen banquete gastronómico. Platos de cuchara, caza contundente, sabores fuertes, setas, legumbre, potajes, sopas, estofados...